martes, 27 de diciembre de 2016

DE ALEJANDRA.



“Yo pretendo que haya poesía en mi vida y aventura y amor (…) el amor que es capaz de derrumbar la vida, impetuoso, ingobernable como un ciclón en el corazón ante el que nada se puede…”, Shakespeare in love.
Salvador y yo tejemos historia, construimos amor y derrumbamos distancias, re creamos nuestro amor.A pesar de que sigue transcurriendo el tiempo entre los dos; me siento amada… una sensación casi inexplicable; es similar a sentir un rayito de sol en las mañanas frías. Nuestra historia la creo dios, la vida y el destino, ha derrumbado lo indestructible y ha creado lo inimaginable.  Gracias por elegirme a mí como tú futura esposa, por ser un hombre honorable, que lucha por lo que sueña, que no se vence fácilmente.
Es verdad que todo conspiro a nuestro favor para que uniéramos nuestras vidas; pero sin duda tú me has hecho mirar, sentir y vivir la vida desde otra perspectiva y eso me ha mantenido a tu lado, no sólo para ser tu compañera de vida;  si no para ser el amor de tus días ; porque el único remedio a mis males a mi locura es tu sonrisa, tu alegría y esa extraña manera de caminar que me vuelve loca; jamás olvidare aquel primer día que te vi, esa chaqueta de cuero negra y la moto inesperada que se convirtió en rival de mi vestido; la cita que cambio toda nuestra vida.


Te bese para ser tu novia en Tepeji del Río y te besare en el mismo lugar este 28 de abril 2017 para ser tu esposa.

Con todo mi amor Alejandra González ❤

lunes, 19 de diciembre de 2016

EL AMOR

DE SALVADOR. 


"Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"(Julio Cortázar). 

Recuerdo muy bien la primer vez que te vi... estabas sentada con una expresión de desdén ante mi notable sentido de hospitalidad -aun que te confieso que siempre he pensado, que aún la roca más fuerte es capaz de quebrarse con el goteo constante del agua-, la paciencia es una virtud y una que he cultivado con esmero.

Te hablaba por hablar te buscaba por verte, sin embargo con el tiempo mis palabras no solo eran para hablar sino para hacerme sentir, hacerme notar y el verte se convirtió en mi actividad favorita un deleite de esos que solo se pueden dar los ángeles y dios mismo, muy notable para mis pupilas.
Nunca me imagine que aquel café que pretendía invitarte por influencia de mi madre, se convertiría en 5 años de una grandiosa relación y toda una vida por delante, juntos, por siempre juntos.